Ayer, Ella, Hoy.
Cuando las cosas se acaban, siempre será tiempo de reflexionar, rememorar los gozos, analizar los fallos, encender esperanzas, romper tormentos.
Sea cual fuese la etapa que se cierra, siempre debemos coronarnos por los logros y querernos por ser como somos.
Sujetar los hilos de la vida, entretejerlos y crear nuevos brillos.
Nuevas etapas siempre se abrirán, por lo menos hasta que la muerte nos llegue. Mientras estemos con vida siempre estaremos a tiempo de lograr, sanar, llegar, encontrar, cumplir, pero también de fallar, errar, llorar y volver a intentarlo.
Así pues, que el 2018 nos traiga todo aquello que nos ayude a ser grandes, fuertes y determinados, que nos traiga todo aquello que nos haga feliz.
¡Feliz 2018! y… a por ello!
Mirando al frente, tejiendo brillos.
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